** Este palomar hace tres años se le consideraba una ruina, con un par de otoños e inviernos duros ya estaría volviendo a la tierra de la que salió y en pocos años hubiera formado parte de un surco más, pero afortunadamente gracias a muchas manos haciendo barro y colocando teja se salvó, fue un trabajo duro pero muy reconfortante en todos los sentidos (mi familia y amigos creo que no piensan lo mismo).
Hay que reconocer que la foto nocturna es muy agradecida y más cuando te rodeas de buenos amigos, gracias Jose y Luis por adoptarme estas noches de verano y por las risas que compartimos.
"Para que sigamos disfrutando de nuestro paisaje con sus palomares
tradicionales, debemos cuidarlos y protegerlos, ya que forman parte de
nuestra arquitectura tradicional.
Pero para poder proteger nuestro patrimonio, primero debemos conocerlo".
Post publicado en el periódico digital ileon.com
Irma.-