Os invitamos a conocer y a poner en valor los palomares tradicionales que hay a lo largo y ancho de nuestro país.
YA ESTÁN A LA VENTA nuestros dos utópicos libros de Palomares Singulares de España #PalomaresSingulares #SalvemosLosPalomares
No hay otro igual en toda la provincia de León. El palomar de Nogales es
de planta octogonal y, tras el desplome de uno de sus muros, el
Ayuntamiento de Mansilla Mayor y la Diputación han decidido salvarlo. La
restauración costará 30.000 euros.
El palomar de Audanzas del Valle será el que tomen como referencia para construir el de Santa María. | MAURICIO PEÑA
Ya no quedan palomares en Santa María del
Páramo pero pronto construirán uno cuyo proyecto toma como referencia el
de la vecina localidad de Audanzas
Ya no quedan palomares en Santa María del Páramo. Pero sí en su comarca. Localidades como Audanzas del Valle conserva
en muy buen estado uno de estos edificios que son el emblema de la
arquitectura tradicional de Tierra de Campos y que en su día tampoco
faltaron en los pueblos de la comarca paramesa. En Audanzas aguanta
estoico el paso del tiempo y sirve de morada para las palomas que siguen
eligiéndolo como hogar. Porque palomares quedan pocos, pero palomas hay
muchas. Es por ello que el Ayuntamiento de Santa María del Páramo
ha decidido construir uno en la localidad, concretamente en el paraje
conocido como Los Tres Ojos, donde actualmente hay ubicada un área
recreativa que completarían con esta construcción. Así lo han aprobado
en la Junta de Gobierno Local que celebraron la pasada semana y en la
que dieron de paso un proyecto que esperan sea pronto una realidad que
ayude a controlar la superpoblación de palomas en el municipio.
El
Ayuntamiento ha elaborado una memoria para su nuevo palomar en el que
toman como referencia el citado de Audanzas del Valle. El presupuesto
para levantar el palomar es de 22.250 euros (IVA
incluido). Según avanzan desde el Consistorio, estará destinado a la
cría de palomas utilizados los materiales y técnicas de la arquitectura
tradicional en los pueblos de la comarca. El nuevo edificio tendrá forma rectangular con unas medidas exteriores de 5,5 metros por 3,4 y una cubierta a dos aguas en la que se ubicarán dos troneras para el acceso de las palomas.
La altura de la pared más alta será de 4 metros y la más baja de 2,80.
Respecto a la orientación del edificio, los cerramientos de mayor
dimensión estarán orientados al norte y sur, la cubierta se inclinará
hacia el sur y las troneras también se abrirán hacia el sur, según ha
explicado el Consistorio.
"Exceso de palomas"
El
objetivo de levantar un palomar en Santa María del Páramo se debe al
«exceso» de palomas que hay en el municipio y a la necesidad que ello
conlleva de controlar la población de estas aves dado que por su
abundancia provocan mucha suciedad en calles y mobiliario urbano con
el consiguiente problema que esto supone para la higiene y salubridad.
Esta no es la primera vez que el Ayuntamiento de Santa María pretende
poner coto a la abundante población de palomas ya que hace tres años ya
anunció el control de estos animales a través de una empresa que recogía
estas aves mediante un sistema de jaulas. La persistencia del problema
ha llevado ahora al municipio a dar un paso más allá con la construcción
de un palomar que además servirá para no olvidar estas construcciones tradicionales y para muchas olvidadas.
Hace
un año aproximadamente la alcaldesa y algunos concejales del municipio
se reunieron con nosotros para comentarnos este tema, parece ser que
esta utopía se va a conseguir hacer realidad y las palomas paramesas
disfrutaran de su nueva casa.
En la Junta de Gobierno del 28 de septiembre, el equipo de gobierno
ha aprobado por 22.150 € (IVA incluido) la construcción de un Palomar
en el área recreativa de los tres ojos ante el exceso y el necesario
control de las palomas dentro del municipio.
Este palomar estará destinado a la cría de palomas utilizando los
materiales y técnicas de la arquitectura tradicional de los pueblos de
la comarca. Aunque actualmente no existe ningún edificio en pie de la
época en el pueblo destinado a este uso, se tomará como referencia el
palomar de Audanzas del Valle.
En cuanto a las características del edificio tendrá una forma
rectangular, con unas medidas exteriores de 5,5 x 3,4 metros y una
cubierta a dos aguas, existiendo dos pequeñas troneras para el acceso de
las palomas. La altura de la pared más alta será de 4 metros y la más
baja de 2,80 metros. Respecto a la orientación del edificio, los
cerramientos de mayor dimensión estarán orientados al norte y sur, la
cubierta se inclinará hacia el sur y las troneras también se abrirán
hacia el sur.
Hace un año aproximadamente la alcaldesa y algunos concejales del municipio se reunieron con nosotros para comentarnos este tema, parece ser que esta utopía se va a conseguir hacer realidad y las palomas paramesas disfrutaran de su nueva casa.
La reapertura de un matadero de pichones y la creación de una
empresa destinada a la cría de palomas en Zamora abre una ventana de
esperanza para salvar los palomares de Tierra de Campos y propiciar
iniciativas similares.
El referente leonés para todos los interesados en la realidad y el futuro de los palomares de esta tierra es el blog de la Asociación de Amigos de los Palomares de León, con la utópica Irma Basarte siempre
en primera linea. Y precisamente en este rincón se recoge una noticia
presentada como «una bonita utopía» que podría ser trasladada también a
la provincia de León o tener influencia en ella pues parece que ya hay
algunos restaurantes leoneses interesados en el futuro de esta
iniciativa que se ha puesto en marcha en la vecina provincia de Zamora.
Se trata de una noticia ‘doble’, de un lado la creación de una cooperativa para reabrir el matadero de pichones de Manganeses de la Lampreana y
también la puesta en marcha de una empresa que formará a emprendedores
dispuestos a aprender todo lo relativo a la cría de aves y a explotar
los palomares terracampinos, según informaba hace unos días Alejandro
Bermúdez en las páginas de nuestros colegas de La Opinión de Zamora. «El
pasado viernes (día 31 de julio) nacía en Castroverde de Campos la
Cooperativa de Pichones de Castilla y León, que reabrirá a lo largo de
los próximos meses el único matadero de pichones de la provincia de
Zamora, ubicado en Manganeses de la Lampreana, cuyas instalaciones
llevan más de cinco años cerradas. La empresa además llevará a cabo
acciones de formación a personas interesadas en la cría de estas aves y
que estén dispuestas a explotar palomares en la zona de Tierra de Campos para
abastecer al matadero». Como se ve en la noticia el ámbito de actuación
se refiere más a Tierra de Campos que a la propia provincia de Zamora.
Entre los cinco fundadores de esta cooperativa —abierta
a nuevas incorporaciones— hay personas implicadas en las tres fases del
proyecto: avicultores que ya se dedican a la cría del pichón bravío de
Tierra de Campos, el propietario del matadero cerrado y que se pretende
abrir y un hostelero de Castroverde que ya tiene en su
carta como plato estrella este pichón bravío, para tratar de un lado de
ofrecer suministro el recuperado matadero y de otro darle salida a las
piezas; parece que algunos restaurantes de la provincia de León ya se
han interesado para asegurarse la presencia de este preciado plato en
sus cartas.
Sobre la formación de los nuevos criadores se señala que «paloma bravía de
Tierra de Campos, la intención de la cooperativa es facilitar a los
nuevos profesionales tanto un palomar como un número de aves inicial
para que durante unos meses aprendan los cuidados que requieren estos
animales y puedan calcular el coste que supondría el montaje de una
explotación propia y cuánto tardarían en amortizar la inversión. En esta
fase del ‘espacio test agrario’ entran en juego los propietarios de los
palomares, que ingresarían un porcentaje de los beneficios por ceder
sus construcciones al ‘espacio test agrario».
En este apartado es en el que desde la Asociación de Amigos de los Palomares ven más posibilidades de darle una nueva vida a estas construcciones.
La nueva empresa formará a emprendedores dispuestos a aprender sobre la cría de aves y a explotar los palomares terracampinos.
Un palomar rehabilitado en Villarrín de Campos. | Jose Luis Fernández
El pasado viernes nacía en Castroverde de Campos la Cooperativa de Pichones de Castilla y León, que reabrirá a lo largo de los próximos meses el único matadero de pichones de la provincia de Zamora, ubicado en Manganeses de la Lampreana,
cuyas instalaciones llevan más de cinco años cerradas. La empresa
además llevará a cabo acciones de formación a personas interesadas en la
cría de estas aves y que estén dispuestas a explotar palomares en la
zona de Tierra de Campos para abastecer al matadero.
La cooperativa ha sido constituida por cinco socios, aunque está
abierta a nuevas incorporaciones. Entre los fundadores está el cocinero Luis Alberto Lera,
del famoso restaurante Lera de Castroverde, donde el pichón bravío de
Tierra de Campos es el plato más emblemático. También hay tres
avicultores que crían pichones en la provincia de Zamora: Emilio
Sánchez, Jennifer Sebastián y Luis Manuel Salvador, quien además es el
propietario del matadero de Manganeses y aportará las instalaciones para
el sacrificio de los animales. La quinta socia fundadora es Patricia
García, propietaria del espacio de “coliving” y “coworking” de Villarrín
de Campos.
La concurrencia de productores (ganaderos), industria (matadero) y
distribución (restauración) en la misma cooperativa garantiza que los
ganaderos tendrán a quién vender la materia prima y que a su vez el
matadero tendrá asegurado un suministro continuo de animales para
funcionar de forma rentable.
Pero la intención de la recién creada Cooperativa de Pichones de
Castilla y León es incorporar al sector nuevos criadores en la comarca
una vez que abra el matadero de Manganeses, el único de su tipo en la
provincia. Para ello, promoverán la creación de un “espacio test
agrario”, un tipo de programas muy habituales en países europeos como
Francia que tienen por objetivo facilitar el relevo generacional en un
subsector agrario concreto.
En el caso de la paloma bravía de Tierra de Campos,
la intención de la cooperativa es facilitar a los nuevos profesionales
tanto un palomar como un número de aves inicial para que durante unos
meses aprendan los cuidados que requieren estos animales y puedan
calcular el coste que supondría el montaje de una explotación propia y
cuánto tardarían en amortizar la inversión. En esta fase del “espacio
test agrario” entran en juego los propietarios de los palomares, que
ingresarían un porcentaje de los beneficios por ceder sus construcciones
al “espacio test agrario”. También las instituciones públicas, ya que
para la organización de cursos para criadores la cooperativa podría
contar con la ayuda de la Consejería de Agricultura, Ganadería y
Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León.
En el caso de los alumnos y emprendedores que no sean oriundos de la comarca, estos pueden encontrar en el espacio de “coliving” de Villarrín de Campos el
lugar perfecto donde alojarse hasta que puedan instalarse por su
cuenta, y además tendrán a su disposición las aulas para trabajar unidos
e ir aprendiendo el oficio de criador de pichón bravío.
Este pueblo es el que reúne el mayor número de palomares en toda la
Tierra de Campos, en diferentes estados de conservación.El palomar es el
símbolo de la Tierra de Campos. Un elemento de la arquitectura
tradicional, construidos con adobe para atraer a las palomas bravías con
el objetivo de capturar los pichones para el consumo familiar. Su carne
“se comía casi a diario en estos pueblos, más que la de pollo”,
recuerda una vecina de Villarrín, precisamente el municipio de Zamora
que acumula los mejores ejemplos de estas construcciones tradicionales.
Sin embargo, la despoblación de la zona hizo que muchos palomares
fueran abandonados por los herederos de sus antiguos propietarios. La
introducción a finales del siglo XX de normativas que impedían la venta
de pájaros sacrificados fuera de los mataderos contribuyó a la
desaparición de esta forma de vida.
Muchos de los palomares se rehabilitaron con la ayuda de fondos
públicos–normalmente llegados desde Bruselas– en las décadas de los 90 y
los 2000, pero el tiempo sigue corriendo y algunas de esas
construcciones recuperadas comienzan a deteriorarse de nuevo. El cierre del matadero de Manganeses de la Lampreana contribuyó a acelerar la decadencia de los palomares.
Pero todo esto puede cambiar con la reapertura de las instalaciones y
la formación de nuevos criadores. Tener un palomar puede volver a ser
rentable –para explotar directamente o para alquilárselo a los
ganaderos–. Desde la Cooperativa de Pichones de Castilla y León están
convencidos de que hay mercado para este alimento, un producto de gran
valor. Por ejemplo, la marca Cascajares comienza a comercializar los
famosos pichones escabechados del restaurante Lera.
Al dar a los palomares una utilidad económica, se espera que más construcciones estén mejor cuidadas
e incluso sean rehabilitadas por iniciativa privada, contribuyendo a
mejorar el patrimonio cultural y arquitectónico de la zona y mejorando
por lo tanto el paisaje de Tierra de Campos. Los palomares se
convertirán en un nuevo atractivo turístico para la reserva de las Lagunas de Vilalfáfila
y para toda la Tiera de Campos. El pasado mes de junio, el Procurador
del Común actuó de oficio para pedir a la Consejería de Cultura de
Castilla y León que impulse medidas eficaces que permitan la
conservación de los palomares existentes en la Comunidad.
En nuestro palomar utópico ha anidado una pareja de lechuzas y ahora
mismo están sacando a cuatro pollos adelante, conviven lechuzas y
palomas sin ningún problema y además ayudan a mantener limpio el palomar de roedores #SalvemosLospalomares y protejamos a las lechuzas.
La ignorancia hace que se consideren enemigos a las lechuzas, cuando en realidad no lo son, incluso algunos libros hablan por supuesto sin saber de lo que están hablando que las lechuzas son el enemigo número uno de los palomares.
Cada vez que los ves al cruzar veloz esos Campos Góticos (al hilo,
¿por qué siempre cruzamos a toda leche lo terracampino y la parda
castellanía?, ¿nos espantan los horizontes largos por creerlos
inalcanzables?), te preguntas por qué no hay palomares iguales (de nuevo
se clama por su arreglo público; ¿siendo privados?), parecidos, pero no
iguales... y también lo has visto en las bodegas excavadas en cuestos o
lomas. Aún quedan muchas aquí de las 60.000 que hubo -solo en
Valdevimbre, más de 300-, que esto es un León siempre furacado para
buscar agua, guardar vino o sacarle las tripas de carbón a la barriga de
los montes; de siempre nos fue el minar terrenos o sembrar simas por
las que se nos esguiló el futuro minero aquel... que por eso, por llevar
siglos pisando carbón, uvas negras y bosques quemados, la horda vecina
llama con alguna razón a la noble tribu cazurra indios «pies negros»...
y ya habrá algún lector que, al llegar a casa, vaya al cuarto de baño a
mirarse la planta de los pies por si descubre algún rastro de este
estigma genético, alguna mancha negroide que evidencie una inoportuna o
excesiva cazurrez, de la misma forma que en la parte inferior de la
lengua de la oveja se dibuja el color de su lana o manto (¡cagon mi
mantu!)... pues así la planta de nuestros pies, legado de nuestros
ancestros que estaban o vinieron aquí a esclavizarse en minerías o a
pisar uva en las tantísimas bodegas.
Otro tanto los palomares, hijos del padre que les parió, que pudo ser
albañil tacaño o primoroso, cuadradón o azulejines. El saber del tapial
en los muros, el adobe en los nidales y la teja mora en sombreros y
albardillas congrega muchos tipos de mano: la discreta y la esparaván,
la humilde y la enredada en arabescos porque hay rango.
Y el que ama o vive de palomas las cuida hasta con mimos, como aquel
de Villasinta que volvía del monte con solo unas matas de tomillo, ¿?...
pregunté; iba a picarlo con hocil al pie del palomar: con él hacen y mullen su «nial»...las palomas son muy señoritas, no lo sabe usted bien. Palomar perfumado.
Patrimonio
Estas construcciones tradicionales se encuentran especialmente en
Tierra de Campos y son un atractivo más de la Comunidad, en particular
del Camino de Santiago, por lo que insta a que sean puestos en valor
Los palomares, que en otros tiempos sirvieron de sustento a las economías domésticas, son parte de la arquitectura tradicional de Castilla y León, en especial de la zona de Tierra de Campos, encontrándose muchos de ellos a lo largo del Camino de Santiago.
Buena parte de estas construcciones se encuentran deterioradas y
abandonadas a pesar del interés singular que presentan; por esa razón
desde el Procurador del Común se consideró oportuno
iniciar una actuación de oficio con el fin de obtener información sobre
la acción que pudiera llevar a cabo la Consejería de Cultura y Turismo para potenciar el mantenimiento y conservación de los palomares existentes en la Comunidad.
Es cierto que a través de las Diputaciones Provinciales, como la de León, Palencia y Zamora, se han estado convocando subvenciones destinadas
a la restauración de los palomares, o de estos inmuebles junto con
otros integrantes de la arquitectura tradicional, dirigidas tanto a los
particulares como a las Administraciones públicas y entidades
propietarias, poseedoras o titulares de derechos reales sobre los
palomares. No obstante, a pesar de estas acciones dirigidas a promover
la conservación del Patrimonio Cultural de Castilla y León, buscando la
corresponsabilidad de los propietarios y gestores de los palomares, no
parece que esté asegurando el futuro del importante legado cultural
integrado por el conjunto de palomares existentes en nuestra Comunidad.
La
Consejería de Cultura y Turismo ha informado que recientemente se ha
acometido la documentación y caracterización de los palomares
tradicionales de la provincia de Palencia. Y, como actuación más específica, se hace alusión en el informe remitido al Defensor del Pueblo de Castilla y León
a que, a principios de este año, se iniciaron los trámites para poner
en marcha el proceso de contratación de la redacción de un proyecto de restauración del palomar de Carrascal de Duero
(Zamora), en ejecución de una enmienda a los Presupuestos Generales de
la Comunidad Autónoma para 2018; si bien este proceso se ha visto
suspendido por el estado de alarma declarado en virtud del Real Decreto
463/2020, de 14 de marzo, para la gestión de la situación sanitaria por
COVID-19. Por ello se pide que la dotación presupuestaria para la
restauración del palomar de Carrascal de Duero (Zamora) se ejecute en el
plazo de tiempo más breve posible, en consideración a la demora que se
ha producido en la materialización de la inversión.
Dada la
importancia de estas construcciones y a la vista de las informaciones
recibidas se ha instado a la Consejería a que, en el marco de la Ley de Patrimonio Cultural de Castilla y León, se desarrollen medidas eficaces para la conservación de las tipologías de
los palomares, en particular de la zona de Tierra de Campos, asegurando
el uso de técnicas tradicionales y de materiales autóctonos para su
conservación y restauración; así como para impulsar la continuidad de
sus usos y funciones genuinas en la medida de lo posible, así como la
puesta en valor de los mismos, dando prioridad a aspectos sociales,
pedagógicos y el acceso al público.
Estas construcciones tradicionales se encuentran especialmente en Tierra de Campos, en particular en el Camino de Santiago.
Irma Basarte - ileon.com
| 16/06/2020 - 11:28h.
El Procurador del Común insta a la Consejería de Cultura y
Turismo de la Junta a que, en el marco de la Ley de Patrimonio Cultural
de Castilla y León, desarrolle medidas eficaces para la conservación de
las tipologías de los palomares, en particular de la zona de Tierra de
Campos, asegurando el uso de técnicas tradicionales y de materiales
autóctonos para su conservación y restauración.
La institución que dirige Tomás Quitana también pide
impulsar la continuidad de sus usos y funciones genuinas en la medida de
lo posible, así como la puesta en valor de los mismos, dando prioridad a
aspectos sociales, pedagógicos y el acceso al público.
Los palomares, que en otros tiempos sirvieron de sustento a
las economías domésticas, argumentan, son parte de la arquitectura
tradicional de Castilla y León, en especial de la zona de Tierra de
Campos, encontrándose muchos de ellos a lo largo del Camino de Santiago.
Buena parte de esas construcciones se encuentran
deterioradas y abandonadas a pesar del interés singular que presentan;
por lo que desde el Procurador del Común se consideró oportuno iniciar
una actuación de oficio con el fin de obtener información sobre la
acción que pudiera llevar a cabo la Consejería de Cultura y Turismo para
potenciar el mantenimiento y conservación de los palomares existentes
en la Comunidad.
En su resolución se apunta que es cierto que a través de las
diputaciones provinciales, como las de León, Palencia y Zamora, se
convocan subvenciones destinadas a la restauración de los palomares o de
estos inmuebles junto con otros integrantes de la arquitectura
tradicional, dirigidas tanto a particulares como a administraciones
públicas y entidades propietarias, poseedoras o titulares de derechos
reales sobre los palomares.
No obstante, a pesar de estas acciones dirigidas a promover
la conservación del Patrimonio Cultural de Castilla y León, buscando la
corresponsabilidad de los propietarios y gestores de los palomares, no
parece que esté asegurando el futuro del importante legado cultural
integrado por el conjunto de palomares existentes en nuestra Comunidad,
apuntan desde el Procurador.
La Consejería de Cultura y Turismo ha informado que
recientemente se ha acometido la documentación y caracterización de los
palomares tradicionales de la provincia de Palencia y, como actuación
más específica, cita en el informe remitido al Defensor del Pueblo de
Castilla y León que a principios de este año se iniciaron los trámites
para poner en marcha el proceso de contratación de la redacción de un
proyecto de restauración del palomar de Carrascal de Duero (Zamora), en
ejecución de una enmienda a los Presupuestos Generales de la Comunidad
Autónoma para 2018, si bien este proceso se ha visto suspendido por el
estado de alarma declarado en virtud del Real Decreto 463/2020, de 14 de
marzo, para la gestión de la situación sanitaria por Covid-19.
Por ello, se pide que la dotación presupuestaria para la
restauración del palomar de Carrascal de Duero (Zamora) se ejecute en el
plazo de tiempo más breve posible, en consideración a la demora que se
ha producido en la materialización de la inversión.
Si estás interesado o interesada en alguna receta envíanos un email y la podemos colgar en el blog para compartirla con todo el mundo.
Ilustración de un cromo de Chocolate Amatller con receta de pichones
Gastrohistorias
Ésas
fueron las que encontró Augusto Soler y Monés (junto al mismo número de
recetas) para publicar en 1930 un libro de cocina enteramente dedicado a
la carne de paloma
ANA VEGA PÉREZ DE ARLUCEA
Mucho
ha llovido desde que la carne de paloma fuera algo habitual en las
mesas españolas, y más aún desde que en El Quijote se contara que la
comida más rumbosa en casa de Alonso Quijano eran los palominos del
domingo. Si conocen ustedes Tierra de Campos recordarán la silueta de
los palomares de adobe, testimonio del gran amor que la cocina
tradicional tuvo siempre por los tiernos pichones y palominos. Que no
son sinónimos, por cierto: el pichón es la cría de paloma doméstica y el
palomino, lo mismo pero de paloma salvaje o bravía.
Pasto ahora
de restaurantes Michelin, la carne de paloma fue un alimento de uso
común hasta mediados del siglo XX, cuando la llegada del broiler
americano y su cría intensiva abarataron el precio del pollo y lo
convirtieron en el ave más consumida. Hasta ese momento las palomas
fueron una estampa diaria en los mercados nacionales, cuestión que en
1930 quiso aprovechar un peculiar libro de cocina titulado 'Manual del
perfecto cocinero: 672 fórmulas para guisar pichones' (Editorial
Cervantes, Barcelona). Aquí hemos hablado ya de otros recetarios
temáticos como el '100 fórmulas para preparar salsas' y '210 maneras con
las que cocinar huevos', así que esta obra colombófila no podía faltar
en nuestro repertorio.
Bajo el nombre de A. Soler Monés, el autor
del libro, estaba en realidad el ilustre señor don Augusto Berenguer
Solér y Monés, empresario nacido en 1867 en Baracoa (Cuba) y emigrado a
Cataluña junto a su familia en 1915. Se instaló en el Prat de Llobregat
(Barcelona) y en una finca llamada Villa Paquita se dedicó a la
ganadería y la agricultura con bastante éxito y mucho espíritu
emprendedor, tanto como para convertirse en defensor de las más modernas
técnicas de cría de cerdos, ovejas y palomas. Sobre esos temas escribió
frecuentemente en revistas especializadas como 'El progreso agrícola y
pecuario' o la catalana 'Agricultura i ramaderia', pero se ve que además
le interesó extraordinariamente la cocina y de forma particular las
aplicaciones sabrosas de aquellos pichones que criaba en Villa Paquita.
672
recetas son muchas recetas. La mayoría de ellas Soler las sacó de
libros de cocina ya publicados en España o el extranjero, pero hizo la
simpática labor de compilar todas aquellas fórmulas relacionadas con las
palomas o de adaptar otras tan sencillas como una sopa de ajo añadiendo
en vez de agua, caldo de pichón. De la A a la Z el casi interminable
listado de platos pichoneros incluye albóndigas de pichón, adobo de
ídem, los mismos con alcachofas, asados de mil maneras posibles, con
arroz, a la andaluza, a la aragonesa, pichones borrachos, budin de
pichón, pichones a la bordelesa, confitados, en croquetas, en consomé, a
la catalana, con champagne, a la cubana y la criolla (rindiendo
homenaje a su tierra de origen), en cazuela, cocido con carne pichón, en
empanada, encebollados, en ensalada, escabechados a la toledana, con
espárragos, al estragón, fritos de diversos modos, con gelatina,
guisados con verduras, como relleno de hojaldres, con huevos, pichones
al jerez, al limón, morteruelo de pichón, menestra con filetes de ídem,
en mole, con mostaza, a la marinera, al estilo madrileño, a la Marengo,
en olla podrida, a la parrilla, rellenos, con distintas salsas, sandwich
de pichón, decenas de sopas, pichones sorpresa, torta de pichón, en
timbal, trufados, tortilla de sangre y menudillos, a la Tour d'Argent,
con uvas, a la valenciana, a la Villeroy, a la vizcaína y con zanahorias
glaseadas. Y eso por nombrar unas pocas de esas más de 600 fórmulas que
aquel amante de las palomas pensó indispensables.
PICHONES AL VINO
'Manual del perfecto cocinero: 672 fórmulas para guisar pichones'. Augusto Soler y Monés, 1930
En
un poco de manteca o aceite se doran pedazos de tocino cortados como
dados, setas picadas, un poco de harina y dos pichos enteros o cortados
al medio; cuando todo esté rehogado se cubre con medio cuartillo de vino
blanco y se sazona con sal. Han de cocer a fuego fuerte.
Da pena verlos en Vogue, aquí ya no están de moda"
Patrimonio cultural
Irma Basarte, "la utópica de los palomares", cuenta la situación de
este "patrimonio pobre"; curiosamente un reportaje en la revista Vogue
los ha puesto de actualidad, pero no cambia su negro futuro
Los caminos de las utopías son tan inescrutables como admirables. Irma Basarte
siempre quiso vivir en la España rural, allí se compró un terreno que
tenía un viejo y abandonado palomar. Se propuso restaurarlo, aprendió
las técnicas de trabajo, incluido el uso del barro, conoció las
dificultades por las que atraviesan, vio más palomares caídos que
restaurados... Todo apuntaba a que lo mejor era tirar la toalla, salvo
que seas una utópica, e Irma lo es tanto que muchos han cambiado sus
apellidos Basarte Díez por ‘La Utópica’. Fundó la Asociación de Amigos
de los Palomares de León (Concha Casado es la
Presidenta de Honor), inventarió y fotografió más de 1300 por toda la
provincia, con el premio Palacio Canedo ha montado una exposición que
lleva allí donde se la solicitan, pero... «la verdad es que no me he
cansado de dicha utopía pero sí estoy desencantada, ahora mismo estamos
moviendo nosotros mismos desde la Asociación la exposición de Palomares
de León pero te das cuenta que dicha exposición sirve para que te digan
que les gusta mucho tus fotos, el vídeo sobre palomares y las
maravillosas maquetas de José Antonio Carbajo pero te
das cuenta que los palomares en sí siguen tocados de muerte y no me
canso de decir que no hago fotos para que gusten o no gusten si no para
que nos demos cuenta que hay que restaurarlos y salvarlos y ves que todo
el mundo va a lo suyo».
Portada de Vogue.
- ¿Y la utopía de inventariarlos y fotografiarlos todos?
-
Está a punto de cumplirse, me quedan muy poquitos para dar por
terminada esta utopía y pensaba salir en mayo y junio para
inventariarlos y dar por terminado el inventario, pero te das cuenta que
a nadie les importa este tipo de arquitectura tradicional, en fin
siento pena porque detrás de cada palomar siempre hubo unas manos que
los han construido y los han mimado para que llegasen a nuestros días y
ahora mismo es como que todo nos da igual y me niego a ello».
Y en medio de esta realidad de cierta desesperanza aparece la revista Vogue
y los encuentra atractivos como ‘telón de fondo’ para las
espectaculares fotografías del reportaje. «Me hace gracia porque hubo
gente que se alegró por ver sus adobes y tapiales en una revista de tal
prestigio, pero a mí me dio pena mucha pena, porque «desgraciadamente en
nuestra provincia los palomares hace muchos años que han pasado de
moda». Y recuerda Basarte que «curiosamente en 2018 la revista National Geographic
se puso en contacto conmigo para sacar un reportaje sobre los palomares
tradicionales, fue como un regalo especial y utópico para mi
cumpleaños ya que fue en diciembre y tú sacaste en La Nueva Crónica un
bonito reportaje titulándolo nada menos ‘La utopía viaja en paloma’ y
tanto que viaja en paloma y más estos días que las palomas vienen a
verme a la ventana de casa».
Reconoce que en medio de los
contratiempos al ver el mal estado de muchos palomares también se han
cruzado historias que bien la han animado en ese utópico camino que, en
su caso, viaja en paloma. «Hace años los holandeses Hanneke y Ruud Loman
desde Holanda se interesaron por mi utopía y a través de La Asociación
Amigos de los Palomares de León restauramos el palomar del Monasterio de
Carracedo, para llenarlo de palomas. En la actualidad gran parte de las
palomas que habitaban en el Monasterio se han ido al palomar, como
veréis las utopías sí se pueden hacer realidad e incluso gente de fuera
se interesa por nuestro trabajo y por nuestro patrimonio».
Curioso,
gente de fuera. Los holandeses citados, la revista Vogue, pero no han
sido los únicos. «Hace unos meses un profesor francés jubilado se puso
en contacto conmigo para que le diese información sobre los palomares de
León e incluirlos en su libro de palomares, cosa que jamás ha hecho
ninguna institución de León con nuestro trabajo hasta ahora, así que sí
que podemos decir eso de ‘Nadie es profeta en su tierra y menos en
León’».
Reconoce Irma que en su ya largo camino de utópica de los
palomares ha pasado por etapas diferentes, incluso por modas. «Cuando
empezó mi utopía (2011) a todos los medios de prensa les interesaba,
imagino porque cada vez quedamos menos utópicos peleando por alguna que
otra utopía, pero ahora es como que los palomares han vuelto a pasar al
olvido, bueno no del todo, sigue estando de moda gastarse una pasta en
carteles señalizando dónde están los palomares pero luego no se miran
para ellos ni para bien ni para mal, ya sabes la famosa moda de ‘La
España vacía o la España vaciada’».
Ya se sabe los peligros que
encierran las modas, y hay uno con el que Irma Basarte es intransigente,
el de las fotos en redes sociales, el me gusta y a otra cosa. «Están de
moda en los calendarios o fotos para las redes sociales ‘que molan
mogollón’; pero yo no pongo fotos de palomares en ninguna red social, ya
que no se merecen un ‘me gusta’ y al olvido y mira que tengo fotos de
palomares, como para empapelar toda una utopía o dos si son pequeñas; en
fin, las malditas modas, pero ahora en pleno confinamiento nos damos
cuenta que las semillas de hormigón no se comen y los que tengamos
huerta seguiremos comiendo bien y sano, los que tengan palomares con
palomas en breve podrán comer sus ricos pichones y así con todo...».
Irma Basarte. | ANA M. DÍEZ
- ¿Se pondrán de moda los pueblos?
- De moda ojalá no, pero reconocer
su forma de vida sí. Antes la moda era irse a las grandes urbes ya que
ser de pueblo es de ser «paletos», como nos llama la señora Díaz Ayuso
a los de León, pero ser de pueblo o de León ciudad —que no deja de ser
un pueblo grande— es todo un orgullo y no creo que pasemos de moda,
ojalá nos demos cuenta y volvamos a esos orígenes que hemos ido
perdiendo con el tiempo. Me temo que hasta que no aprendamos a querer y a
valorar lo nuestro difícilmente podremos salvarlo, en este caso los
palomares.
Y en ese punto está su utopía, de excesivo olvido de
estas llamadas «arquitecturas pobres»; algo que tiene mucho que ver con
la despoblación. «Los pueblos y los palomares se están quedando
huérfanos de paisanos y paisanas, y si ellos no los cuidan volverán a la
tierra de donde han salido, hay que tener en cuenta que los palomares
son la arquitectura pobre y ya sabes que en este siglo XXI lo que no da
dinero a corto plazo ya no interesa. A los palomares desgraciadamente
les está ocurriendo eso, lo mismo que a las bodegas, pajares y una lista
interminable, la situación actual es muy crítica».
Pese a sus
palabras no tira la toalla, jamás lo ha hecho. «Toda utopía tiene un
soñador o soñadora detrás y ahora que un pequeño bicho como el coronavirus
nos ha puesto en jaque a toda la población mundial, a lo mejor es hora
de cambiar muchas cosas y una de ellas es volver a poner los pies en la
tierra, porque debajo del asfalto siempre hay un huerto y donde hay
tierra se puede cultivar. Creo que tenemos que dar un giro de 360º,
comprar en el pequeño comercio del barrio porque si al frutero de mi
barrio le va bien a mí también y si los restaurantes introducen dentro
de sus cartas los pichones, quizás los palomares tengan un mejor
futuro».
Y no es mal momento para creer en la resurrección de los palomares, justo ahora que el ILC ha publicado las ayudas de este año. «Y ahora es más fácil el acceso a estas ayudas, que se animen».
El día que dejemos de considerar a los árboles como
nuestros enemigos, ese día habremos aprendido a querer y a respetar la
naturaleza y todo lo que nos rodea.
Desde la Asociación de Amigos de los Palomares de León hemos decidido adoptar un tilo, el tilo número 47 de la calle Juan Thalamas Labandibar de Irún.
El ayuntamiento de Irún planea talar 47 árboles sanos más en
el camino a Behobia en la calle Juan Thalamas Labandibar frente al río
Bidasoa. Hace dos meses, cortaron 7 en el mismo paseo.
En un informe del Ayuntamiento, se pide que se talen 47 árboles
después de que un fuerte viento de diciembre causara la caída de 3
árboles.
La decisión es completamente desproporcionada. Estos árboles están
sanos y son beneficiosos para el barrio de Artia. Absorben la
contaminación de la carretera GI-636, eliminan la vista y el ruido de la
carretera y dota a nuestro vecindario de zonas verdes.
Los 47 tilos se encuentran en la bahía de Txingudi, cerca del parque
protegido de Plaiaundi, brindando refugio y protección a las aves cerca
de ZEPA (Zona de Área Especial de Protección de Aves). Es la única ZEPA
en Guipúzcoa, y es un sitio muy especial para las aves migratorias del
extremo occidental de los Pirineos. Estos árboles se han vuelto de gran
valor para la carretera de Bidasoa. Algunos de estos tilos 47 tilos que
han estado creciendo durante 50 años.
Además de proteger a las personas y los vehículos, pedimos protección ambiental.
Creemos que es posible tomar medidas menos dañinas para el medio
ambiente, como la poda adecuada de los árboles, que no se ha hecho hasta
ahora, así como varios sistemas para estabilizar los árboles y mejorar
la estabilidad del suelo.
Por todo esto, pedimos que se haga un segundo informe y que se tengan en cuenta otras alternativas de actuación más verdes.
Han ampliado la campaña “Adopta un tilo” a los restantes 55
árboles de la alineación porque no está claro el futuro de todos ellos.
De hecho, ya en el informe del ayuntamiento se plantea talar 4 de estos
árboles.
Fecha de Publicación: 02/03/2020 Plazo de Presentación: 30/03/2020 Publicación BOP: 42 Cuantía: 200.000,00€ (100.000,00 € para entidades locales y 100.000,00 € para particulares)
La Diputación de León, a través del Instituto Leonés de Cultura
(ILC), destinará 988.000 euros a restaurar el patrimonio y generar
actividad cultural en los pueblos de la provincia. El Consejo Rector de
la institución cultural, que encabeza el presidente de la Diputación,
Eduardo Morán, aprobó ayer siete líneas de subvenciones en materia
cultural. La principal novedad es la unificación de criterios en cuanto a
formato, plazos y sistema de baremación con el objetivo de simplificar
al máximo la burocracia para hacer más fácil la gestión de las ayudas.
«Queremos
facilitar al administrado el acceso a estas ayudas», ha señalado el
diputado de Cultura, Arte y Patrimonio, Pablo López Presa, que ha
destacado también que otra de las grandes novedades es que las pedanías
vuelven a contar en las convocatorias del ILC y van a poder solicitar
fondos para restaurar inmuebles de arquitectura tradicional o pendones
que sean de su propiedad».
Por partidas
El diputado ha
concretado que el millón de euros resulta de la suma de los 100.000
euros destinados a la financiación de asociaciones culturales, un 25%
más respecto a convocatorias anteriores y una mayor valoración para las
que ejercen su actividad en localidades más pequeñas que se indicaba
anteriormente; 150.000 euros para sufragar la organización de festivales
o proyectos culturales de especial relevancia por su singularidad, su
influencia supramunicipal, su trayectoria y su capacidad de congregar
espectadores; 30.000 euros para la promoción de la música tradicional;
60.000 euros para subvencionar a bandas de música; 418.000 euros para 13
escuelas de música de la provincia; 30.000 euros para la restauración
de pendones; y 200.000 euros destinados a la restauración de la
arquitectura tradicional leonesa de palomares, hórreos, molinos, hornos
comunales y pajares. Esta última línea de ayudas ha visto incrementado
su presupuesto un 250% y ahora podrán solicitarla no sólo los
ayuntamientos, sino también particulares y pedanías.
Allá por el año 2017 cuando se inauguró la exposición de Palomares de León. Utopía en camino en el Museo Etnográfico Provincial de León tuve la oportunidad de comentarle al que estaba por entonces de Presidente de la Diputación de León que si las subvenciones para la restauración de los palomares no se les daba a los dueños, podían sacar una línea de mil millones de euros si querían, ya que nunca se iban a gastar un euro en dicha subvención, afortunadamente desde entonces dicha línea de subvenciones vuelve a poder ser solicitada por los propietarios de los palomares, que es lo suyo.
Esta semana en "La Buena Mesa" Juanjo Losada, del restaurante Pablo, Estrella Michelín en nuestra ciudad, reivindica el potencial culinario del pichón y sus posibilidades desde el punto de vista de la economía rural. Además, charlamos con Irma Basarte Diez presidenta de la Asociación de Amigos de Los Palomares de León para hablar sobre el estado de los palomares en la provincia de León.
Villarín de Campos y Villalpando, paisajes zamoranos de moda en la revista Vogue.
Una colección para Loewe retratada en Zamora y
en distintos rincones de la España rural protagonizan el número
especial de febrero
Villarrín de Campos y Villalpando, paisajes zamoranos de moda en la revista Vogue
Villarrín de Campos y Villalpando se han convertido en escenarios de moda de la revista Vogue. El paisaje zamorano de la España rural centra el número de febrero de la revista más conocida del mundo de la moda.
En concreto, la fotógrafa Anya Holdstock ha retratado en Villarrín de Campos la colección P/V 2020 de Jonathan Anderson para Loewe, cristalizada en diseños que mantienen el equilibrio entre vanguardia y tradición.
Vogue,
la marca más famosa y autoridad del mundo de la moda, presenta en su
número de febrero en el que también aparece Villalpando un número
especial que interpreta y traslada algunos de esos valores a la
idiosincrasia española, conjugando una visión de la moda internacional
con paisajes y productos artesanos españoles y que conectan con las
claves del nuevo lujo: sostenibles y exclusivos.
En un proyecto que nació a finales del verano del año pasado, el equipo de la cabecera española se puso como objetivo plasmar en un número especial un viaje por la España rural,
y combinar la austeridad poética propia que hoy es tendencia en las
pasarelas internacionales, para combinarla con la moderna impronta del
trabajo de reconocidos fotógrafos como Álvaro Beamud, Txema Yeste,
Martin Parr, Nacho Alegre, Anya Holdstock o David Gómez Maestre, entre
otros.
Huyendo de un afán exhaustivo o enciclopédico, así como de las ciudades y de los tópicos, el número dibuja un retrato y una celebración de nuestros paisajes, pueblos y tradiciones desde
una mirada genuinamente Vogue. Tal y como afirma su directora Eugenia
de la Torriente, "este número no puede ni quiere ser una guía
exhaustiva. Afortunadamente existen muchos más artesanos, diseñadores,
pueblos, paisajes, lugares, recuerdos y sensaciones a lo largo y ancho
de nuestra geografía de los que aquí tienen cabida. Nuestro
deseo es que este número sea más bien una invitación. Un punto de
partida para que cada uno trace su propio viaje histórico, biográfico y sentimental para descubrir la belleza, la emoción y el legado de nuestro país".
Con
una portada fotografiada en Lanzarote, protagonizada por tres modelos
españolas de tres generaciones, Inés Sastre, Marina Pérez y la top
internacional del momento Miriam Sánchez, en las 210 páginas de este
número especial aparecen desde artesanos de Irún (Guipúzcoa), Ricote
(Murcia), Elda (Alicante), Tajueco (Soria), Mallén (Zaragoza), Ezcaray
(La Rioja), a paisajes de Cabo de Gata (Almería), Fragas do Eume o
Valdoviño en Galicia, Villarín de Campos (Zamora), Almazán (Soria), Acehúche (Cáceres), Camuñas (Toledo), Villalpando (Zamora),
Castillejo del Meselón (Segovia), Torrubia del Castillo (Cuenca),
Maceda (Ourense), Honrubia, Campo de Criptana y El Toboso de Castilla la
Mancha.